J. I. López
Si el título que aparece en la portada del disco grabado en 1.975 por el grupo británico Supertramp fuera además el de alguna canción, habría que ir pensando en elevar esa sintonía a nivel de himno oficial del grupo de gobierno municipal del ayuntamiento de Orihuela.
Y lo digo porque parece que a los concejales populares oriolanos les suena pero que muy de lejos lo de la crisis y que haya que apretarse el cinturón. Al menos eso es lo que da a entender al conjunto de la ciudadanía que en plena discusión sobre de dónde y cómo reducir el gasto público, es decir, cómo ahorrar dinero de las arcas de cualquier administración pública, que por ello es precisamente el dinero de todos, se nos sorprenda una vez más -y las que nos quedan-, con una subida de sueldo de uno (en este caso, una) de los concejales del grupo de gobierno, que va a pasar a cobrar de 27.000.- € a 48.000.- €, aumentando sus ingresos hasta los aproximadamente 4.000.- € mensuales.
Lo primero, que nos expliquen a todos qué es lo que va a hacer ahora la concejal Sra. Valero que no hiciera antes para merecer esa subida de sueldo cuando le queda menos de medio mandato. Lo segundo, que nos expliquen cómo se va a financiar el tema. Las dos preguntas se han puesto sobre la mesa, pero a la primera se ha respondido, y no por la concejal interesada precisamente, que en esto calla y otorga, que la carga de trabajo tan enorme y desproporcionada con la compensación económica que venía percibiendo viene ya desde el primer día de su toma de posesión; a la segunda se nos ha dicho que no nos va a costar un euro, ya que esta subida de sueldo se cubrirá transfiriendo dinero de otras partidas presupuestarias. O sea, que la Sra. Valero venía trabajando muchísimo y cobrando poquísimo (alrededor de 2.000.- € mensuales) desde mediados de 2.007, pero no se quejaba, claro, por que su dedicación no era exclusiva, contaba con otros ingresos propios y privados. Pero ahora su dedicación va a ser exclusiva, es decir, que no va a trabajar en nada más que en su concejalía, y por eso hay que volverle a preguntar: ¿pero qué hará ahora que no hiciera antes? No digo que no sea así pero, ¿tan difícil es explicarlo?, ¿o es que no hay manera de explicar nada?. Y por otra parte, si esa subida de sueldo se hará transfiriendo dinero de otras partidas, y si se pone en un sitio es porque se quita de otro, dudo de que ninguno de sus compañeros
se le vaya a bajar el sueldo, con lo que me pregunto: ¿y de dónde van a reducir? Porque si descartamos tocar a la baja sueldos de cargos y asesores, sólo nos queda o bien reducir servicios y asistencia públicos, o bien abaratar y eliminar gastos de representación y publicidad (fiestuquis, saraos y otros eventos). Vaya opción, ¿no?, ¿quién apuesta, ahora que viene el 2.010 Hernandiano y después elecciones locales en 2.011, teniendo que echar el resto en imagen y sonido? Evidentemente, no nos costará un euro más, pero a ver qué prestación municipal a los ciudadanos desaparece. Mientras tanto, y como siempre, el resto de los mortales de a pie, mileuristas en general, tendrán que mirar con ojos como platos, desde la calle y a través del escaparate, cómo alguien se come el pastel a dos carrillos, y seguir escuchando eso de que es una vergüenza y un atropello que el gobierno de Zapatero nos suba los impuestos. Pero claro, termina pensando uno, es que si no, a ver cómo vamos a pagar estas
dedicaciones exclusivas.
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