VERTEDERO NO

VERTEDERO NO

viernes, 3 de diciembre de 2010

Las ofitas de la Rambla Salada. Un patrimonio natural de La Murada.

Imagen de la Rambla Salada y las Canteras

De todos es conocida la existencia de antiguas canteras al Norte del Término, en la cuenca de la Rambla Salada, abandonadas hace décadas cuando se impuso la extracción industrial de la roca, pero no es muy conocido el interés geológico que suscitan esos yacimientos. De ahí la motivación para darlo a conocer, sumariamente, en esta nota.

Se trata de afloramientos de rocas subvolcánicas, es decir, de lavas que no llegaron a alcanzar la superficie y se enfriaron a algunos kilómetros de profundidad. Se formaron hace poco más de doscientos millones de años, durante el periodo denominado Triásico, cuando toda esta zona de la Península Ibérica se vio sometida a unas fuerzas de extensión que fracturaron la corteza terrestre, permitiendo la intrusión de esas lavas procedentes de zonas más profundas, que en su ascenso se mezclaron con materiales de la propia corteza. Desde el punto de vista litológico han sido clasificadas en el grupo de los gabros, y más concretamente como doleritas u ofitas, siendo este último término el más correcto ya que, al parecer, se trata de doleritas recristalizadas. Vistas al microscopio con luz polarizada muestran el siguiente aspecto:

Figura 1.- Microfotografía con luz polarizada de una muestra de ofita de La Murada.

Figura 2.- Microfotografía de otra muestra de la misma procedencia. En ambas se han señalado algunos minerales típicos.

Al irse enfriando las lavas, convirtiéndose en roca sólida, ésta se fue contrayendo, lo que dio lugar a la aparición de grietas internas, a través de las cuales, y en una fase tardía del enfriamiento, circularon aguas termales ácidas, cargadas de sílice, que fueron tapizando las paredes de las grietas con cristalizaciones de cuarzo, muy a menudo de color azulado por la presencia de minerales titaníferos.

Estos cristales, que son el verdadero patrimonio a conservar, suelen presentarse con tamaños milimétricos, aunque en ocasiones alcanzan uno o dos centímetros de longitud y son muy apreciados por los coleccionistas. Se exponen en la figura 3 un par de ejemplares pequeños de la colección del geólogo Miguel Ángel Rodríguez


Figura 3.- Cuarzos azules sobre ofita de La Murada.

Hace unos diez millones de años, la zona de La Murada, que hasta entonces había estado invadida por el mar, emergió y se convirtió en tierra firme sobre la que comenzó a actuar la erosión, la cual desmanteló las capas de roca que sepultaban las ofitas, hasta hacerlas aparecer en su estado actual que no es el original que tuvieron los rellenos de lava de las grietas de la corteza, sino que aparecen como bloques aislados entre las arcillas coloreadas de la misma edad triásica, a través de las cuales se abre paso la Rambla Salada, y de las que procede su salinidad. Pero de esto se hablará otro día.

En cuanto a la utilidad de estas rocas, sabemos que ya se empleaban en el periodo neolítico para el tallado de herramientas, especialmente hachas y arados, por su dureza y homogeneidad. De las proximidades de Aspe procede la azuela de la figura 4, encontrada por el autor, y que los análisis han demostrado que procede de alguno de los afloramientos de la zona de La Murada o de Albatera.


Figura 4.- Azuela neolítica tallada sobre ofita de La Murada-Hondón.

Ya en tiempos recientes, hasta mediados del siglo XX, se han explotado para la fabricación de adoquines, empleados en la pavimentación de calles y carreteras, pero como se dijo al principio, las nuevas técnicas de afirmado requirieron otro tipo de extracción, totalmente industrializado, con lo que las labores artesanales acabaron por desaparecer.

Hoy se emplean, una vez trituradas y clasificadas por tamaños, para balasto de las vías férreas, y como árido grueso para las capas de rodadura de las carreteras, esto último debido a que, por su elevada resistencia, no se pule su superficie con el paso del tráfico, lo que permite evitar los derrapes y acorta las distancias de frenado.

Hasta aquí he expuesto un resumen, lo más corto que he podido, para dar a conocer a los muradeños uno de los elementos singulares de nuestro patrimonio para que, siendo conscientes del mismo, aprendamos a valorarlo.

Artemio Cuenca
 
D. ARTEMIO CUENCA PAYÁ, investigador incansable...


e intrépido...

Una vez más le damos la enhorabuena a D. Artemio por su artículo sobre los minerales muradeños. Aprendemos día a día con él. Gracias por la inestimable colaboración hacia su pueblo LA MURADA. Nos felicitamos los muradeños por contar entre nuestros vecinos con una persona con tantos valores científicos y humanos; que demuestra pasión por cualquier labor que realiza y que nos transmite ese entusiasmo y la eficacia en la ejecución de cualquier labor.

Nos congratulamos de contar con su amistad y apoyo. Gracias de parte de LA MURADA amigo Artemio

La dirección de Somos La Murada

No hay comentarios: