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sábado, 8 de mayo de 2010

MONTES Y BOSQUES DE ORIHUELA .( Y de LA MURADA)

Investigaciones Geográficas, nº 43 (2007) pp. 121-139
ISSN: 0213-4691Instituto Universitario de Geografía
Universidad de Alicante
MONTES Y BOSQUES DE ORIHUELA
EN LOS SIGLOS XVI Y XVII

José Ojeda Nieto
IES «El Palmeral»
Orihuela, Alicante

RESUMEN
Los montes y los bosques de la época Moderna son poco conocidos. Escasean los
documentos, y cuando los hay se fijan en las talas y abusos cometidos por los vecinos en las preocupaciones —normativas concejiles— de buena utilización de la leña y la madera.

La Orihuela foral, siglos XVI y XVII, gozaba de una amplia extensión de terrenos comunales donde el pastoreo convivía con el aprovechamiento silvícola.

Normas y leyes que reglamentaban cortes y talas, así como los malos usos del bosque —carboneo e incendios—, son también analizados para entender el proceso de deforestación y su control a lo largo de las citadas centurias.

Localización del bosque de Orihuela

Las fuentes no hacen referencia al bosque sino al monte. Señalan los lugares donde hay árboles, con el fin de indicar las zonas a respetar; es decir, dónde no se debe practicar el carboneo, dónde no hay que talar o dónde extremar el cuidado con el fuego, incluso la prohibición absoluta. Con estas pistas y las proporcionadas por los apeos se puede ubicar la masa arbórea. Veámoslo:

En 1658 el Consell se dirige a S. M. solicitándole la prohibición de la tala de «pins
verts ni sechs, ni fer carbo en los camps y terme de la p[rese]nt ciutat... desde lo Riu a la mar».

La petición se fundamenta en los abusos que se vienen cometiendo. La importancia del documento estriba en la localización de las zonas boscosas. Directamente cuando aclara adónde deben dirigirse los vecinos para satisfacer sus necesidades de leña y madera, que es tanto como decir dónde se hallan los bosques de Orihuela.

A saber, en:«lo camp de la Matansa, la Murada y Fondons appellats de Asp».

Martínez Paterna pintando las excelencias de la Orihuela de las primeras décadas
del diecisiete, da cuenta de la enorme variedad de árboles
que cubrían riberas y bordes de caminos y veredas. Abundaban —dice— olmos, álamos, chopos, fresnos, palmito, pinos, etc. Más lejos, las sierras se tapizaban de encinas, robles, carrascos, madroños y toda clase de pinos.

Montes y bosques de Orihuela en los siglos XVI y XVII
... Si en comiença[n] a cortar un enzinal para leña
no saben entrecriar unos árboles nuevos entre tanto
que gastan lo viejo... No sé si lo haze alguna mala
constelació[n] que tenemos los españoles o poco cuidado
de lo venidero.

Los siglos XVI y XVII se caracterizaron por el incremento en la deforestación. La presión se acentuó a causa de las necesidades de leña y madera. Hubo también defensores como Toribio Pérez Bustamante que en 1656 escribiría —confirmándolo Felipe IV— :
«E importa mucho la conservación de los montes ya que no hay lugar bueno sin
ellos
y también porque debemos conservarlos a los venideros, como los pasados los conservaron a los presentes».

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De forma esquemática hemos reproducido parte del informe de investigaciones geográficas, destacando lo más representativo para Orihuela y su comarca.

Damos una vez más las gracias a D. ARTEMIO CUENCA que nos pide atención en ciertas cuestiones concernientes a LA MURADA y que como hormiga incansable nos facilita una labor de investigación de Biblioteca colosal.

GRACIAS de parte de LA MURADA

Somos NM

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