El empresario, responsable de Proambiente, tendrá que prestar declaración asistido por un abogado a mediados de abril
M. A.
Los juzgados de Orihuela han imputado en una nueva causa al empresario Ángel Fenoll. En esta ocasión tendrá que responder sobre los enterramientos de la basura que se detectaron a finales de octubre en la pedanía oriolana de La Murada, a pocos metros de donde se sitúa su propia empresa y a la que van a parar una buena parte de los desperdicios de un importante número de los grandes municipios de la Vega Baja (Torrevieja y Orihuela, entre ellos, aunque el empresario impide desde hace semanas el acceso de las basuras del segundo por un impago de la adjudicataria). La magistrada ya ha fijado la fecha para la comparecencia no sólo de él, sino del dueño de los terrenos donde se descubrieron los escombros y de algunos empleados de su propia mercantil que, supuestamente, habrían participado en esta actividad, según la información recabada por este periódico. La declaración se producirá a mediados del próximo mes de abril, tras finalizar el periodo de Semana Santa.
La imputación del empresario estaba prácticamente cantada tras la comparecencia de un extrabajador de Proambiente ante la Fiscalía en la que destapó este grave delito medioambiental al denunciar una práctica en la que él mismo había participado. La denuncia, tras las diligencias preliminares, se dio a reparto en los juzgados y se ordenó al Cuerpo Nacional de Policía por una magistrado una investigación para comprobar su verosimilitud. El empleado, tal y como ya informó este diario, llevó a los policías y agentes del Seprona -venidos expresamente de Alicante y que acudieron sólo en tareas de apoyo- hasta varias fincas de La Murada donde se localizaron enterramientos de hasta siete metros de basura debajo de una fina capa de tierra que daba cobijo a una plantación de árboles. Los restos encontrados en el subsuelo, que incluían hasta productos sanitarios, dieron lugar a una compleja investigación en la que, supuestamente, se ha establecido desde qué centro procedían y cuál era el sistema que usaba para eliminarlos. Una cosa, al parecer, ha llevado a la otra. El empresario se enfrenta a un delito medioambiental.
"Arrepentido"
La cuestión que queda por dilucidar es hasta dónde llegará este asunto pues el extrabajador "arrepentido" aseguró en su declaración, que obra en sede judicial, que tanto el Seprona como los técnicos de la Conselleria que acudían a realizar inspecciones tenían que ser conscientes de esta actividad porque se desarrollaba prácticamente durante toda la jornada, siempre según su denuncia. De hecho, llama la atención que el juzgado solicitara que la investigación de este asunto fuera dirigida por el Cuerpo Nacional de Policía y no por la Benemérita.
El periodo, de muchos meses, en los cuales se habrían realizado los enterramientos habría coincidido con una fase de acolmatamiento del vertedero de basuras de Fenoll, quien lleva casi dos años esperando que el Gobierno de Murcia autorice dos nuevos vasos que ampliarían la capacidad de sus instalaciones por, al menos, 20 años.
La imputación del empresario estaba prácticamente cantada tras la comparecencia de un extrabajador de Proambiente ante la Fiscalía en la que destapó este grave delito medioambiental al denunciar una práctica en la que él mismo había participado. La denuncia, tras las diligencias preliminares, se dio a reparto en los juzgados y se ordenó al Cuerpo Nacional de Policía por una magistrado una investigación para comprobar su verosimilitud. El empleado, tal y como ya informó este diario, llevó a los policías y agentes del Seprona -venidos expresamente de Alicante y que acudieron sólo en tareas de apoyo- hasta varias fincas de La Murada donde se localizaron enterramientos de hasta siete metros de basura debajo de una fina capa de tierra que daba cobijo a una plantación de árboles. Los restos encontrados en el subsuelo, que incluían hasta productos sanitarios, dieron lugar a una compleja investigación en la que, supuestamente, se ha establecido desde qué centro procedían y cuál era el sistema que usaba para eliminarlos. Una cosa, al parecer, ha llevado a la otra. El empresario se enfrenta a un delito medioambiental.
"Arrepentido"
La cuestión que queda por dilucidar es hasta dónde llegará este asunto pues el extrabajador "arrepentido" aseguró en su declaración, que obra en sede judicial, que tanto el Seprona como los técnicos de la Conselleria que acudían a realizar inspecciones tenían que ser conscientes de esta actividad porque se desarrollaba prácticamente durante toda la jornada, siempre según su denuncia. De hecho, llama la atención que el juzgado solicitara que la investigación de este asunto fuera dirigida por el Cuerpo Nacional de Policía y no por la Benemérita.
El periodo, de muchos meses, en los cuales se habrían realizado los enterramientos habría coincidido con una fase de acolmatamiento del vertedero de basuras de Fenoll, quien lleva casi dos años esperando que el Gobierno de Murcia autorice dos nuevos vasos que ampliarían la capacidad de sus instalaciones por, al menos, 20 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario