VERTEDERO NO

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martes, 27 de septiembre de 2011

Por el Magreb. 6

Han pasado cuatro meses desde mi llegada a CHINGUETTI y estoy radiante de felicidad. Los días pasan, pero no así las estaciones, que parecen ancladas en un tiempo homogéneo al que le sobran los nombres inventados por los meteorólogos. Dijéramos que hay un verano continuo.

Mi labor diaria consiste en organizar la ropa del Hospital; lavarla, clasificarla en sus estantes destinados y colaborar con los médicos en múltiples tareas. El sol es quien determina los horarios de trabajo. El alba y su puesta anuncian inicio y término de la normal actividad en la ciudad. Durante dos semanas me he acostumbrado a tomar temperaturas, la tensión, incluso Juan, un médico, me ha enseñado a poner inyecciones y sacar sangre. Los pacientes son tan agradecidos que comprenden la inexperiencia, la novedad y rechistan sin dolor por los primeros lógicos errores. Trabajo no falta, pues diariamente hay una larga cola de pacientes, entre los que predominan mujeres y niños.

Mi relación con Luisa ha crecido una barbaridad y se me hace imprescindible su presencia. Ella llena todo el vacío que habitaba en mí. A menudo charlamos de proyectos que hicieran prosperar un poco la ciudad; desarrollamos ideas sobre cómo informar, llegar mejor a los mauritanos, enseñar hábitos de higiene; y así ocupamos algunas mañanas una de las dependencias del hospital en clases prácticas: Cómo lavarse las manos, hacerlo a menudo, no compartir agua con los animales, ni bañarse en sus abrevaderos, hervir el agua de los pozos, etc.

Luisa pretendía enseñar a usar preservativos a las mujeres árabes (proceden todas ellas de tribus diversas con costumbres bien diferenciadas), que reían sin parar en esas clases, insistiendo en una batalla perdida.... No puedo dejar de admirar a esta mujer maravillosa y única...

Los viernes y los sábados desarrollamos otras inquietudes de ámbito cultural, cuyos tiros van dirigidos hacia los edificios importantes de la ciudad como la Gran Mezquita de barro y ladrillo, y una que ocupa mi cabeza.. y mi tiempo. Se trata de dar difusión a la Biblioteca antiquísima que existe en la ciudad y dotarla de un habitáculo acorde con la importancia de su contenido. Hay miles de escrituras y legajos centenarios (algunos de los cuales se deshace al intentar pasar sus páginas), Papiros con textos religiosos islámicos (algunos de ellos poseen dibujos a todo color de una calidad extraordinaria, con figuras de animales, elementos de caza y sí: figuras humanas que realizan labores cotidianas – a tener en cuenta que en la cultura islámica suní están prohibidas las representaciones antropomórficas) y Tablillas de Barro con escritura cuneiforme que dan muestra de su milenaria antigüedad. Estos preciados tesoros se hallan a la mano de cualquiera, sin vitrina alguna, en dos habitaciones a temperatura ambiente custodiadas por un anciano cuyas gafas están resquebrajadas en ambas lentes. Omar es el bibliotecario, su padre fue el anterior bibliotecario y su hijo mayor heredará su puesto. Es muy amable y se presta sin objeción alguna cuando lo visitamos para continuar descubriendo los Tesoros escondidos de la Cultura Escrita en Chinguetti.

Algunas noches visitamos un bar en el centro de la ciudad. Nos reunimos todo el equipo sanitario, charlamos, reímos y tomamos cervezas. En esas veladas es cuando mejor le damos forma a los proyectos. Esta noche el tema fue lo que podría ser una escuela en un barrio muy deprimido.. Y enseñar español. Solicitar ayuda económica a instituciones en España como el Instituto Cervantes. A veces es inevitable que venga la decepción cuando nos recuerdan que han sido ya doscientas las cartas enviadas al Ministerio de Sanidad español, del que nunca ha venido ayuda alguna... Pero me animan a intentarlo con Cultura... Y así pasamos noches enteras...

Luisa tiene contactos en Murcia y varias amigas han entrado a formar parte de su proyecto que avanza por etapas con cada nueva llegada de dinero de España. Obreros albañiles, que eran a su vez camelleros, construyen con ladrillos y barro lo que va a ser una pensión cooperativa para más voluntarios del centro asistencial.

Gracias a mi bicicleta me desplazo por Chingetti y sus alrededores en libertad, conociendo maravillosos rincones naturales. El desierto posee una belleza singular y son muchos los días en los que llueve de forma inesperada con fuertes aguaceros que son rápidamente bebidos por las tierras arenosas. 

El sustrato arcilloso que sirve de piso a las dunas móviles hace que sea sencillo encontrar agua a pocos metros de la superficie. Unos niños me enseñaron cómo encontrarla en caso de necesidad. Cuando llueve espontáneas flores aparecen dando luz y color por pocas horas a un paisaje, aparentemente sin vida.

Quiero transmitir la felicidad que me invade en este pequeño rincón de MAURITANIA donde tengo todo lo que cualquier humano pudiera desear...(excepto dinero del que nos acordamos en raras ocasiones por cierto)

Pero un día ocurrió lo peor..

Se oyó mucho ajetreo ya de madrugada. Gritos y una extraña algarabía hicieron levantar a Luisa que se encamina hacia el barrio cercano al “Hospital” del que procede el jaleo. Se trata de una reyerta entre familias. Una familia venida desde centenares de kilómetros en el desierto ha venido a reclamar el fruto de un pacto realizado quince años atrás... La hija de una familia es reclamada para ser dada en matrimonio como los padres habían convenido.. Pero el padre de la joven llegada la fecha no había acudido a la reunión tribal en la que muchos matrimonios se celebran por ritos ancestrales en los que pastores, camelleros y comerciantes nómadas disfrutan de unos días de plena fiesta y que sirven para garantizar la continuidad de la estirpe y de la costumbre...Se celebran matrimonios y se pactan otros. Muchas cabezas de ganado, sacos de sal, dinero y acuerdos patrimoniales se cierran en estas fiestas del desierto..

Sheida, que así se llama la joven mauritana, está enamorada de un muchacho vecino, hijo de una familia muy amiga de la suya. La mauritana había suplicado a su padre que llegado el momento incumpliera el pacto tribal familiar y le permitiera ser esposa del joven vecino. Y El padre temeroso, pero tan amante de su pequeña accedió...Y ahora oxidados machetes hablan en las manos de vociferantes magrebíes que se chillan entre sí.. 

Familias vecinas amigas del padre de Chinguetti ayudan a la familia en no consentir el secuestro a la fuerza de la hija. Es una auténtica batalla campal entre mulos, borricos y dromedarios... LUISA se mete en la zona del conflicto mientras un mauritano a caballo y bien vestido alza su arcabuz.. El disparo sonó sordo y apenas se oyó la voz de sorpresa de Luisa, mientras caía de golpe sobre la arena de la calle..

Apenas estoy llegando al lugar mientras observo como a lo lejos mi amada queda inmóvil en el suelo.. Nadie acude a ayudarla. La sangre se me hiela y hierve a la vez. Nunca había experimentado una sensación similar. Grito de rabia y dolor mientras empujo a a dos burros que empezaban a trotar sobre el cuerpo inerte, alertados por el sonido de los disparos que se continuan sin fin.. NO PUEDE SER, NO PUEDE SER.

La flor recién llegada, henchida de color,
desafía la tijera que amenaza su visión
obligada a esconder con pañuelo su esplendor
humilla al acero que cercena su valor.

Y cae herida mientras la savia se va,
sus pétalos geométricos se deshacen
lloran ya el jardín y quien lo cuida
por la marcha de ese alma prístina
por esos trozos de belleza que mueren.

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LUISA yace ante mí inerte. Con los ojos cerrados. En su antebrazo izquierdo cuelga la manguera marrón de un suero fisiológico que le proporciona alimento. Su brazo derecho tiene la misma posición en que la dejé la noche anterior antes de dormirme sobre los pies de su cama.

Han pasado dos semanas desde la revuelta.

Por la mañana desayuno a su lado mientras le hablo de nuestros proyectos. Luego me disculpo para ir a echar una mano al equipo médico en el centro.. Pero no me puedo concentrar en el trabajo porque deseo ir al lado de la cama de mi amada y tomarle de la mano.. Y regreso pronto junto al cuerpo de Luisa. Su alma está junto a la mía y a veces, miro al techo esperando que me esté observando desde lo alto.. Su corazón lo noto a menudo. Luisa está viva. Mis amigos dicen que muerta. Pero yo no me separaré de su lado mientras viva.

La bala ha afectado a su columna vertebral gravemente y como consecuencia de ésto el derrame cerebral la mantiene en coma. Es como la espera de una muerte lenta e indolora...


Continuará

VPB


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre me sorprende tu forma de escribir.
Es sencillamente impactante.... lo que narras y cómo lo haces.

Sigue así...... pero recuerda que aún espero ese libro.

CB

Anónimo dijo...

GRACIAS CARLA BRUNI. Siempre has sido un gran apoyo.. Prometo continuar sin prisa ni pausa con ese relato...
GRCS. BSOS.

VIC

P.S. Recuerdos a Nicholas..