Partimos en el coche de Abdul hacia CASABLANCA. Allí debía recoger en el aeropuerto a un grupo de franceses que dormirían en la ciudad y continuaban hacia Essaouira. Salimos bien temprano pues mi amigo deseaba mostrarme la capital del país, RABAT. En un par de horas nos encontramos frente al Palacio Real en el que trabajaba un familiar suyo en las caballerizas. Tras muchas preguntas y rellenar papeleos con mi Pasaporte nos permitieron entrar a fotografiar los caballos de pura raza y las dependencias de ocio y jardines de palacio. Una señora mayor paseaba un carricoche canturreando una canción..!Es uno de los príncipes! Me comentaba satisfecho Abdul.
Paseamos por el centro muy concurrido por universitarios y visitamos el mausoleo de la monarquía alaouita. Tomando un té en una cafetería un joven me habla en perfecto español al oírme. !He estado cinco años trabajando en los invernaderos de frutas de EL EGIDO!. RABAT es la ciudad más progresista y de mayor nivel intelectual de Marruecos, allá se encuentra el parlamento y las dependencias administrativas del gobierno marroquí junto a las principales Universidades.
Y llegamos a tiempo al aeropuerto de CASA, como llaman a la ciudad los marroquíes, para recoger a los turistas. Se trata de jóvenes hippies europeos con mucho dinero. Abdul les preparó un fantástico almuerzo a base de pescado y marisco en un restaurante cercano la gran mezquita marinera; la Mezquita mayor del mundo construida por el anterior monarca para satisfacer su ego, con el sufrimiento de todo un país. Los impuestos revolucionarios para la construcción de la Mezquita eran obligatorios para todas las familias. Un porcentaje de los ingresos de cada persona había de ser destinado a ese fin, y así se hizo. Hoy, la magnificencia de mármoles, granitos, artesonados de maderas nobles y la mayor tecnología observa al Atlántico como un blanco vigía de las buenas maneras y costumbres de la religión musulmana.
Visitamos el zoco de la ciudad vieja de CASABLANCA, concurrido a todas horas, donde falsificaciones de marcas de todos los productos de textil, informática y electrónica tienen su hueco. CASABLANCA tiene más de cuatro millnes de habitantes, es muy moderna, muy europea, con grandes avenidas, con el color balnco caracterísitico y un pasado cinéfilo que le llevó a la fama mundial. Decidimos tomar con el grupo una copa en uno de los lujosos hoteles mientras escuchamos la inevitable canción de la película al piano. Los franceses estaban encantados. Dormimos esa noche en el hotel ROYAL MANSOUR LE MERIDIEN en el centro de la ciudad.
INGRID una guapa rubia de pelo corto me invita de continuo a unirme al grupo. No quiero molestar en absoluto a mi amigo ABDUL, que se porta como un hermano conmigo, pero que insiste a que acceda.
Continuamos por carretera a su destino que es ESSAOUIRA, un precioso pueblo colonial que mira al Atlántico en el Suroeste del país y que se encuentra totalmente amurallado, con torres defensivas plagadas de cañones, edificios almenados y estrechas callejuelas que daban cobijo a la población durante las guerras y los ataques de corsarios y piratas turcos e ingleses. Essaouira posee un rico puerto natural que ofrece protección a los centenares de barcos que se aventuran en las bravas aguas del Atlántico, dando lugar a un floreciente comercio del pescado. Su cercanía a la capital del Sur, Marrakech le proporciona mercado a sus productos y de ella recibe cientos de miles de turistas que buscan sus amplias playas de arena y la libertad de la costa.
En la ciudad se celebra un festival de música étnica africana al que acuden importantes celebridades del mundo musical internacional y que le han dado una gran repercusión. INGRID y sus amigos han venido buscando el festival G´ NAOUA, que así se llama. Durante tres días diferentes grupos nacionales y extranjeros actúan en la calle por diversos emplazamientos. El alcohol, el sexo y el haschís se adueñan de la ciudad durante esos días de libertad, protegidos por la música en estado puro, sin aditivos occidentales, ni técnicos. Timbales, tambores, y mil instrumentos de percusión es el soniudo habitual 24 horas al día.
He hecho buena amistad con la francesa, que me demuestra que no sólo hay fachada en su ser. Se interesa mucho por mi viaje, por los motivos, y sufre conmigo por mi situación personal. Me agrada sobremanera, pero ella es un plato prohibido para mí. Me limito a disfrutar de su compañía y de las vivencias en la ciudad portuaria mientras sus amigos practican el surf y fuman y beben todo el día.
El trabajo de Abdul consiste en ser el contacto de ellos para todo. Tiene un coche con chófer preparado las 24 horas por si los clientes quieren dar una vuelta o bañarse en cualquier playa cercana. Prepara diariamente lugares con encanto para el Almuerzo y la Cena, como el Barco de Sam (un antiguo acompañante de MARVIN GAYE en USA). SAM es un marroquí de raza negra que tocaba el saxo en su época moza. Ahora regenta un restaurante en el interior de un barco de pesca que a la vez le sirve de vivienda.
Abdul provee los caprichos necesarios para que los franceses se sientan en la gloria, les informa cada día cuál de los 30 conciertos debe ser escuchado y a qué hora. Les buscó el alojamiento que es un antiguo palacete en el centro de la ciudad. ( habitaciones de superlujo y un patio rico de plantas y fuentes con una estrecha entrada con una desvencijada puerta sin embargo no da idea del lujo que alberga el interior. Acompañaba a Abdul a comprar GENNA para el tinte del pelo, ALMIZCLE que es un fuerte potenciador del deseo y otros encargos de los jóvenes europeos. Abdul hace que me enamore de su país.
Escuché junto con ellos a PAT METHENY a SALIF KEYTA que eran los artistas internacionales más nombrados que participaban este año. Sin pretenderlo la compañía de Ingrid aparte de placentera me resulta estimulante y profunda. Escucha y se hace escuchar. Se preocupa de cosas importantes de este mundo y mientras tanto disfruta de lugares privilegiados como éste. Su padre es director de cine y reside en Londres por temporadas con una de sus novias. Su madre regenta una cadena de perfumerías de lujo en París. Ella estudió Psicología en Yale (EE.UU.). Es atrayente cual imán y nuestra amistad es continuamente reforzada. Me siento tranquilo a su lado. Pasamos unos días juntos hasta su vuelta al aeropuerto en MARRAKECH donde nos despedimos afligidos.
Decidí acompañar a ABDUL unos días en MARRAKECH.
Continuará...
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