El día anterior fue demasiado intenso. Me despierto muy temprano y bajo en el hostal a desayunar. Mi pierna derecha es un dolor muy grande. No puedo dar un paso. Me meto en la bañera una hora en agua caliente para ver si se relajan los músculos, pero nada.
Pero tengo que ponerme en camino, necesito ponerme en camino. Tengo que acabar el propósito por el que empecé, que veía inalcanzable al principio y ahora tengo a tiro de piedra, sólo 65 kms.
Con todas las dudas del mundo y penurias me pongo en marcha. Cada paso es un !Ay!, continúo rezando, ya no me fijo ni en el camino, ni veo nada, llueve muy fuerte y los continuos repechos y toboganes del último tramo acaban por romperme. Siento claramente que tengo una importante lesión, y a 2 kms sólo de MELIDE hago el alto a un coche para que me acerque al pueblo.
Todavía pienso que una buena comida y un poco de relax podrán hacerme llegar a ARZÚA.. mi objetivo que está ahí al lado a 12 kms (unas 3 hrs). Esta mañana entre quejidos renqueantes recorrí otros tantos... peri mi pierna dice !NO! Camino como un anciano de 90 años y seguro que tengo la cara como un poema.
Como en el célebre EZEQUIEL, donde coincido con los de Donosti y disfrutamos del sabroso Pulpo a Feira, el plato típico del país, el pulpo a la gallega, como una Feria en cantidad y en calidad, regado con un rico Ribeiro y acompañado de la sempiterna Empanada de Sardinas y Patacas hervidas. Mis compañeros me habían visto la tarde anterior deambular bajo la lluvia, renqueante, preguntando por cama. Disfrutamos el momento y me aconsejan que visite a un fisioterapeuta y les hago caso.
Tras un reconocimiento me descarta lo peor, pero tengo totalmente agarrotado el músculo elevador plantar y los gemelos como puños cerrados; porque no he descansado ni un sólo día. Me dice que estoy chalado el joven gallego que me masajea la pierna hasta la rodilla; me practica acupuntura con pequeñas descargas eléctricas para facilitar la descongestión sanguínea en los músculos agarrotados. Me ordena parar de caminar como mínimo hasta el día siguiente y con mayúsculo cuidado... Le hablo de BALBINO, del curandero, del milagro...
¿DIOS, es que no voy a terminar?
Me dirijo al albergue con intención de descansar. Allí encuentro caras conocidas: Nuno el gitano portugués de los pelos larguísimos, Isidro y las chicas, INGRID !Hola! Quedamos en cenar todos juntos sobre las 8, pero cómo no, ellos quieren ir a probar el pulpo a EZEQUIEL, pero mis pensamientos iban hacia un estupendo churrasco de cerdo del país, en la Parrillada Rúa.
Nos contamos las penas y las alegrías y les acompaño al principio de cena tomando unas tazas de ribeiro con ellos, pero me dirijo a cenar sólo.
Por la tarde mantuve una muy espiritual charla con NUNO, en su rostro moreno de gitano durante un instante... podría decir... que vi... la LUZ. Me humillo ante mi pretenciosa descripción de un hecho ocurrido con el Supremo, pero así lo definiría. Y el estar junto a él fue para mí prioritario, venía desde Jerusalén, dos años de peregrino, sin un euro, hecho una calamidad, con su bicicleta desvencijada, y su sonrisa y su palabra sincera. Pedir limosna para Nuno era pura necesidad biológica. Hay que comer y beber dignamente y él no se lo podía permitir... Y por éso me vio buena persona y tantas veces recurrió a pensar en qué albergue o qué lugar elegiría yo dónde dormir para encontrarme y que volviera a echarle una pequeña ayuda. NUNO me hace sentir que disfruta mucho de mi compañía y me arrepiento de haber sido tan orgulloso y no haberle conocido mejor mucho antes, cambiando mi actitud distante o despectiva .
Le vuelvo a ver tras la cena, hablamos de Ingrid, del mundo, de la vida, de la religión, del mal, del bien y literalmente nos emborrachamos como despedida de dos buenas personas que eventualmente se encontraron en este mundo tan grande y tan pañuelo moquero a la vez.
Y MI MEJOR ANÉCDOTA DEL CAMINO A SANTIAGO:
Regresamos a las 11 al albergue porque cierran y preparamos una fuga colegial para poder volver a charlar un rato en un bar donde un amable estudiante de Santiago fala galego y participa de nuestras cosas peregrinas. La fuga consiste en ventana abierta del patio de la cocina y entre carcajadas y silla de subida + silla de bajada al pequeño pasillo de antiguas caballerizas que rodean al edificio y nos permite libertad de horario. Regresamos a la 1 y cuarto zigzagueando por las calles. El estudiante y sus colegas del bar nos abrazaban despidiéndose de nosotros, mientras se tambaleaban, !Qué buena gente Señor! Ahora brindo por Portugal, y ahora Por Israel, y ahora por Roma y por Santiago, y por nosotros... Menos mal que pesaba poco el gitano...NO ME DUELE NADA.
El patio de la cocina del Albergue entre candelas y camping gas estaba iluminado. Al vernos entrar una risa general de susto y alegría a la vez se desató. Aquello era un auténtico fumadero. Unos peregrinos USA de dos metros cada uno fumaban chocolate en una pipa, borrachos como cubas, como nosotros y una algarabía festivalera reinaba en la cocina. Unos veinte peregrinos semi a oscuras participaban de la felicidad de saber que a un sólo día de camino está SANTIAGO DE COMPOSTELA en una gran velada de hermandad de los países, de las culturas, de las libertades, del respeto al prójimo, de la ayuda al necesitado, de la belleza de los paisajes recorridos, de los esfuerzos y sufrimientos diarios, del amor, y del DOLOR !HIP!
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