Un tesoro natural, y muy cercano, es el río CHÍCAMO en terrenos de de nuestra amistosa vecina ABANILLA. La búsqueda de su nacimiento al aire libre fue nuestro objetivo.
Se encuentra este paraje natural de gran belleza en una región conocida como la Palestina de Abanilla o las Badland, que es un término inglés que significa tierra mala, tierra baldía.
La tierra arenisca y caliza le da un especial tono de color gris y rojizo con formaciones geológicas naturales esculpidas por el viento y el agua, que en su constante erosión crean como escultores curiosas formaciones de dunas, ramblas y colinas peladas, donde el semidesierto es la pauta general.
Y entre ellas se cuela el Río Chícamo. Aconsejamos visitar la dirección web que abajo reseñamos para comprender un poco la formación geológica de este magnífico entorno que hace algunos millones de años era costa y el río Chícamo un Delta. Entre sus islas (sierra de Abanilla entre otras) circulaba el agua del mar que se adentraba tierra adentro.
Desde Abanilla se toma la carretera que va hacia El Partidor - El Tollé, y a unos Km. de Abanilla encontramos una indicación, a la derecha, que nos lleva a La Umbría, donde se puede comenzar un bonito recorrido a pie remontado el cauce del río Chícamo hasta su nacimiento por toda la cabecera.
El recorrido es de fácil acceso a todos y de una supina belleza , pues la vegetación, los árboles lo pueblan dando un entorno bien verde y florido a esta zona bien árida. Pinos, Baladres enormes, Palmeras, olivos y cañaveral predominan en la flora lugareña.
Entre la fauna, a destacar la presencia del Pez FARTET un pequeño pez de aguas mediterráneas cuya presencia tierra adentro se debe a la evolución sufrida durante millones de años, y que está grandemente protegido por ser especie endémica en vías de extinción.
Dado que este pez de alimenta de pequeños crustáceos, algas y otras minúsculas materias nutritivas del agua del río, se desaconseja el baño e intentar no pisar su cauce en los tramos estrechos para no destruir sus despensas.
Remontando el Chícamo se ve un a antigua fábrica de la luz ( un molino acondicionado a la producción de energía eléctrica), un tupido bosque de pinos, baladres y juncos que a veces obstaculiza el paso.
Entre las paredes del cañón cuya altura llega a los 40 metros discurre contento el río Chícamo. Una avenida constante de agua que viene cantando, limpia, recién salida a la luz de su encerramiento subterráneo.
En algunos sitios se crean pozas que invitan al baño y los pequeños saltos de agua río abajo son constantes.
Unos escasos dos metros de anchura es lo que tiene el desfiladero en algunos tramos. El cañón discurre zigzagueante entre altas paredes con las rocas plegadas, con fallas, con restos de conchas marinas y esponjas fosilizadas que nos dan fe de su pasado antiguo como fondo marino. El plegamiento de las rocas da una enorme belleza al lugar.
De nuevo se abren las vistas desde el río y se ven la Sierra de Abanilla con su Pico el Agudo, la Sierra de Quibas, la Sierra de la Pila y llegamos casi a MACISVENDA, donde la salida del agua empieza a ser masiva con regatos invisibles.
Pero es el manantial, una pequeña abertura de un metro de anchura y pocos centímetro de altura, la puerta a la salida del acuífero que brota desde las entrañas de la tierra en medio del valle formado por las montañas en esta zona.
Un manantial que nunca se secó y que dio de beber a mucha gente en épocas de escasez y sequía. El Chícamo dio de comer a la zona regando la huerta fértil de Mahoya y de la comarca de Abanilla.
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En el pueblo de Abanilla el Jubileo puede ser ganado en su Templo Parroquial,en este año Santo, ha sido marcado la ruta que une GRANJA DE ROCAMORA con la Santa Cruz de Abanilla, atravesando LA MURADA y su campo.
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