EL CRISOL - 4

Un enfermo de elefantiasis en DELHI

Soy Uma y pido limosna en las escaleras de la mezquita del viernes junto a Chandni Chawk en la Vieja Delhi. El aspecto de mi pierna izquierda es horrible, es deforme y enorme. No me permite caminar y muchas veces voy arrastrándome por el suelo.

Hoy es una fiesta local en honor a Rama y muchos nuevos visitantes pululan por el mercado. Visten con bonitas galas y se les identifica claramente entre los miles de personas que andan para acá y para allá.

Dos de las familias han enviado a los niños a darme algunas rupias y piastras. Hoy ya podré comer y dar algo a mi madre para mis hermanos pequeños.

Yo nací en Agra, la ciudad de la belleza, del Taj Mahal. Es una ciudad de unos tres millones de habitantes de los cuales somos pobres el noventa y nueve por ciento.

A la entrada del mercado un familiar mío con el mismo problema se busca la vida intentando mendigar. No tenemos ninguna ayuda social porque nuestra casta es la de los impuros, los intocables, y a mí Dios me ha elegido para formar parte de los privilegiados en avanzar en mi siguiente vida.

No le temo a la muerte, ni siquiera sufro en esta vida, porque mi recompensa será mayúscula en mi próxima reencarnación...

(La elefantiasis es un síndrome caracterizado por el aumento enorme de algunas partes del cuerpo, especialmente de las extremidades inferiores, puede producirse por enfermedades inflamatorias y por los parásitos de los países cálidos)

Funcionaria del Ministerio de Cultura en ESTAMBUL

Miriam trabaja en la puerta de Santa Sofía en Estambul ticando las entradas de los visitantes al monumento turco. A su vez, si es requerida, proporciona una amplia explicación histórica de la que fue una gran Catedral Católica y Cristiana enfrente de la Gran Mezquita Azul otomana en el centro más monumental de TURQUÍA, el Cuerno de Oro.

Recientemente se ha divorciado y gusta de vestir a la europea. En su ciudad, ESTAMBUL, proliferan los jóvenes, siendo una tasa enorme en la estadística de población. Millones de ellos han regresado casi de golpe a su país. Muchos son los hijos de los emigrantes procedentes de países europeos y americanos, otros de Oriente Medio y todos ellos le confieren a la ciudad un nuevo aspecto cosmopolita y multicolor, multicultural y moderno.

Aunque es musulmana practicante, ha adoptado nuevos métodos de pensamiento con respecto al machismo del hombre en el país y está impregnada de la forma de vida y el estilo de las mujeres occidentales. Trabaja seis días a la semana y su jornada parece aburrida, pero para ella no lo es. Una libertad económica y una realización como persona es la sensación que explica y repite a su familia tras el desastre matrimonial.

Asiste a la Mezquita al amanecer y tras dejar arreglados a sus hijos con su madre y hermanos se dirige al Cuerno de oro a ocupar su puesto de funcionaria del Ministerio de Cultura. Defiende los logros conseguidos por Ataturk, el antiguo Presidente y está a favor de la entrada en Europa de Turquía.

No le gusta el fútbol, aunque disfruta mucho cuando los seguidores de los principales equipos de la capital deambulan horas y horas con banderas y algarabía desde la plaza Taksim al puente gálata junto al Bósforo.

Un piloto de un barco que realiza travesías de medio día por el Mármara con turistas la pretende y aprovecha las primeras horas para traerle un rico té de manzana desde el Mercado de las Especias. Ella ha tenido mala experiencia y es reacia a más relaciones, pero Khaled es insistente y parece buena persona. Podría llegar a proteger a sus dos hijos...

TRIPULANTE DE UN BARCO EN PENÍNSULA VALDÉS

.- Soy Juan Carlos, soy el tripulante de un barco turístico de avistamiento de ballenas en Puerto Madryn, en la península valdés argentina. Me encargo de facilitar chalecos salvavidas, gafas de bucear y procurar bebidas a bordo a los excursionistas que prefieren visitar las pingüineras desde el mar, así como las playas de cría de elefantes y lobos marinos.

Entre Junio y diciembre es la época en la que la ballena franca cría en nuestras costas, antes de su anual migración por alimento por las aguas de otros mares y continentes. Las ballenas conservan peculiares rasgos que permiten su identificación.

Yo tengo una original relación con una que llamamos Rosi y que reconoce bien mi tono de voz y silbidos. No es necesario gritar para su llamada. Rosi nunca me deja mal con mis pasajeros. A veces se cruza por debajo de nuestro barco y la vemos cabeza por estribor y cola por babor, como si quisiera hacernos zozobrar, pero nunca lo hace; es muy dócil y curiosa y no sé porqué me profesa esa fidelidad. Nuestro barco es siempre el primero en poner el cartel de “no quedan billetes”.

Combinamos el avistamiento de ballenas con el acercamiento a las playas de reproducción de lobos y elefantes marinos. Estos colosales animales pelean sin descanso por el poder de la colonia, arrastrándose sin cesar, aplastando cachorros, hembras y cualquier cosa que haya a su paso en su camino para expulsar a jóvenes machos pretendientes de usurpar el trono del macho principal. Da gusto verlos. Al igual que a los lobos marinos que siguen pautas similares.

A veces observamos la estrategia de los grupos de orcas que vienen a cazar jóvenes elefantes despistados. Una auténtica estrategia de caza es puesta en marcha por estas preciosas ballenas blanquinegras que conocen a la perfección los lugares de la playa donde podrán embarrancar; a veces se arrastran por el fondo marino como sus presas.

Los pingüinos de Magallanes anidan en enormes colonias ruidosas. Sus excrementos se huelen desde lejos y aves oportunistas como petreles y gaviotas se alimentan de ellos. Es un gozo verles saltar desde el agua a sus rocas cuando vuelven de su diario esfuerzo de natación por la comida.

Me gusta el mar y más sus habitantes. Procuro enseñar a los turistas a querer y respetar el medio marino, a no tirar ningún tipo de basura al agua y concienciarles del bello espectáculo natural que debe ser preservado.

Nací en Ushuaia, en el fin del mundo y estoy acostumbrado a la vida al aire libre en comunión con la Naturaleza.

/---------------/

COMERCIANTE DEL ZOCO DE ALEPPO

Soy Ghassan y poseo un comercio en el Zoco de Alepo del que se dice que es el más
auténtico del mundo árabe. En sus diferentes zonas encontramos diferentes
productos, cordelerías, hojalata, sastres, alimentación, etc.

Yo vendo frutos secos y pasteles de miel. Mi madre y mi suegra ayudados por mi mujer los elaboran en mi casa. Tostamos pistachos, cacahuetes, pipas de girasol y de calabaza, almendras y anacardos etc. Los vendemos empaquetados y a granel, salados o sin piel, fritos o recién tostados. Siempre de forma artesanal.

Cuando llega la puesta de sol mis hijos vienen a echar una mano a recoger los productos y llevarlos a casa.

El zoco es un auténtico laberinto; para conocerlo bien hay que perderse por sus estrechas calles donde lo que vamos a encontrar son tiendas de a diario para los habitantes de la ciudad, donde comprar dátiles, pistachos o dulces típicos, incluso los famosos jabones, además de limpiarse los zapatos, comprar chales, pasminas, pañuelos, sandalias y un sinfín de artículos más.

Nuestro vecino es el carnicero de camellos y son muchas las personas que vienen a comprar la carne de estos animales desde muchos lugares de la ciudad y de fuera.

Su anuncio son las cabezas de los camellos colgadas de un gancho en la puerta de la carnicería. Y tener un vecino que comercia un producto con éxito, es también un poco nuestro éxito.

La tienda la heredé de mi padre, que a su vez se inició en ella con el suyo, y mi abuelo con mi bisabuelo, y así nos perdemos en la noche de los tiempos…

Mi hermano pequeño se ha casado hace poco con una chica turca. La familia es rica y tiene posibilidades. Estoy muy interesados en que mi hermano pueda comprar una tienda cercana a la mía, de esa manera la familia continúa unida, e incluso podemos desviarnos clientes uno a otro.

VPB