LA RUTA DE LOS BARRIOS NORTE

Dieciséis amiguetes hemos caminado en camaradería en la ruta de los barrios de la zona norte esta mañana. Jóvenes y adultos, mujeres y hombres, caminábamos esta mañana. Muradeños y visitantes lo hacíamos. Y ha estado muy bien.

Puntuales a las 8.30 se comenzaba la caminata que nos ha llevado desde nuestra Plaza de la Iglesia a los barrios de la zona norte muradeña. Hemos atravesado el nuevo barrio de los Rocamoras y nos dirigíamos al Norte, vigilados por El Agudo que supervisaba nuestra marcha. Hemos atravesado los dos puentes del Taibilla buscando el despoblado y precioso barrio de LOS RUBIRAS. A lo lejos se veía la preciosa mansión de los Belmontes y desde la elevación en el trasvase rectos a nuestra primera parada.

Como decía la joven Sole: Hemos almorzado en la “Plaza de los Rubiras”. En comunidad y unas cuantas botellas de Jumilla nos han alegrado la “paraeta” y el esfuerzo. El suelo de la Plaza, nuestros asientos. Los vecinos que se asomaban por la abiertas ventanas y balcones brillaban por su ausencia. El ruido, el del viento. El tráfico, una bicicleta de montaña.

La conversación tornaba por imaginar cómo sería el barrio con la vida de sus pobladores antaño. Sin luz, ni maestro, ni supermercado, ni médico, ni... Pero allí se han criado generaciones de vecinos nuestros... Felices...

Hoy las casas y cuevas semienruinas nos ofrecen un bonito lugar para sentir nostalgia... Y su cercanía a la Rambla Salá nos ha servido para hacer un acercamiento a la misma desde arriba.
Aquí la conversación giraba de cuestión: ¿cómo es posible que alguien haga algo así? ¿ pero quién puede permitir ésto? ¿porqué lo hacen? Estas cuestiones surgían espontáneas al observar en panorámica la cantidad de terreno usado de manera propia.

¿Como es posible que un vecino tenga el estómago de haber tomado al asalto las tierras de de la Rambla, sus laderas, y haber plantado cítricos hasta en el cauce de la Rambla.? ¿ES QUE LE HARÁ FALTA? ¿ES QUE NO TIENE SUFICIENTES TIERRAS PARA COMER?

Tras removérsenos un poco el estómago con estas cuestiones y hacer unas cuantas fotos iniciamos camino hacia nuestro barrio más al Norte, LOS VIVES. Donde hicimos otro pequeño alto en el camino y comprobamos que aunque no hay muchos vecinos viviendo allí, es un Barrio que está vivo con sus casas bien adornadas y actividad en él, pese a la cercanía del cada día más industrial Vertedero.

Bajo los pies del gran coloso de la Sierra de Abanilla iniciamos la cuesta abajo atravesando pequeños barrios de los Randeros como la “Senal” y “Los Maseras” llegando a LOS RANDEROS.

Un botijo con agua fresca de aljibe nos esperaba y uno de los grandes promotores del Barrio, José “el Marcas” nos ha invitado en el merendero y abierto la Ermita de San Juan ofreciéndonos una amplia explicación de los orígenes de la Plaza, de la Ermita, de la emigración en el barrio y de la compra de San Juan, en la que todas las familias “randereñas” participaron.

Allí hemos leído unas versos de nuestro vecino y paisano MIGUEL HERNÁNDEZ en un pequeño acto literario: Azahar, Todas las Casas acechan, Me tiraste un limón y la Elegía a Ramón Sijé fueron recitadas por pequeños y mayores. Tras el breve descanso el esfuerzo iba haciendo mella.

Cruzamos el trasvase, y pasamos el barrio de las cuevas. Junto al depósito de agua se observa como en un “MIRADOR TURÍSTICO” el océano de limoneros y naranjos, verdes, muy verdes y agradecidos que nos muestran con alegría campera su color intenso, plagados de pequeños limones y naranjas que han ocupado el lugar de las preciosas flores de azahar que hasta hace unos días los vestían. El campo está de lujo.

Por la carretera atravesamos LOS ROCAMORAS y después de un esfuerzo final estábamos sentados en el MESÓN TONO tomando un aperitivo y disfrutando de haber acabado la jornada, con la satisfacción en los rostros y el cansancio también. Comentando la mañana y proponiendo nuevas SALIDAS... Unos 16 ó 18 kms a cuestas.

AVISAREMOS

GRACIAS A TODOS LOS PARTICIPANTES

Somos LA MURADA