Ha empezado el Ramadán.
Una preciosa luna lo anuncia viniendo del Oeste. Varios centenares, miles, millones de personas toman el mensaje lunar.
Y ayunan, purifican su cuerpo durante casi un mes. Y ese esfuerzo persona es ofrecido a DIOS, a ALLAH, que es el mismo concepto.
No comer, no beber, no fumar, no pensar sexualmente durante las horas de sol. Del amanecer a la puesta de sol, hombres y mujeres. Quedan exentos de su cumplimiento los ancianos, los niños y los enfermos. Nadie te obliga a hacerlo.
Es una experiencia personal. Contigo. Con tu capacidad de sacrificio. Con el respeto de someterse a algo superior. Un enorme esfuerzo que aparentemente no vale nada, y que sin embargo tiene una transcendental consecuencia espiritual.
Las personas capaces de ayunar, de cumplir el Ramadán tienen mucho más controlada su mente, a base de controlar y dominar las necesidades del cuerpo. A saber, las principales, comida y bebida. Y las secundarias como dar un poco de lujo al cuerpo como darle placer sexual, o bien placer artificial como puede ser fumar, comer chicle, tomar refrescos, etc. Se trata de no distraer la mente durante un mes y ofrecer a DIOS ese sacrificio. Al Ser Supremo.
ADMIRABLE, ¿no?
Antes del amanecer la familia se junta para el DESAYUNO, que es un momento de paz familiar, la miel está muy presente, leche, dátiles, té, quesos, pan y pasteles de frutos secos. Una dura jornada les espera hasta que el sol cae. El atardecer trae la alegría de nuevos a los hogares, tras un duro y penoso día sin ingerir nada. Los aromas de cada casa levantan a los muertos de sus lugares, la rica sopa Harira recibe a los habitantes de la casa. Lentejas, garbanzos, acelgas, coliflor, tomate, pimientos, fideos y mucha especia la forman. Los Tagines con pollo asado con pasas, o de pierna de cordero con ciruelas suelen ser platos habituales en esta época en las casa musulmanas. Los pichones rellenos, las chuletas de cabrito también son platos escogidos. Y la final llega el postre. Pasteles de sésamo, con pistacho, almendras, dátiles y riquísima miel pueblan las mesas, donde el té es protagonista principal. Es una fiesta tras una pena. ALEGRÍA Y SUFRIMIENTO diario. De la mano.
Las familias se suelen unir en estas fechas. Se reza y se disfruta de la noche, pues el amanecer no tardará en llegar.
Los niños cantan y corren festivos por las calles aporreando cualquier instrumento que produzca música…Los esposos se besan y se aman en paz espiritual… El ISLAM está de Fiesta en el Mundo entero.
Procuremos no tentar a los musulmanes en esta época ofreciéndoles tabaco, o una cerveza, o hablando del tema siquiera. Es duro para ellos conseguirlo y no necesitan gente que se ría de su cultura o creencias.
Y SI NO, PRUEBE USTED UN SOLO DÍA DE SU VIDA A INTENTAR HACERLO.
V.P.B.
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