Nuestro amigo BIRMANICUM nos cuenta una anécdota navideña de su reciente viaje a MYANMAR (Birmania). Es ése un país al 90 por ciento Budista, y en esa religión no existe la Navidad, no se celebra.
Pero llegado el día de Nochebuena, dormía en su habitación-palafito sobre las aguas del Lago Inle en Myanmar (una de esas maravillas naturales que hay en esta Tierra) y al llegar la hora de la cena villancicos sonaban por su hotel-palafito. Un Menú Sorpresa había sido estudiadamente preparado, todos los camareros y sirvientes del hotel portaban un pequeño gorro rojo y el Merry Christmas campeaba con colores en celofanes horteras, mientras una gran sonrisa de Happy Christmas acompasaba los repetidos villancicos (sólo tenían dos), una fiesta occidental celebrada por gente que no tiene idea de qué es o significa la Navidad (una fiesta cristiana al fin y al cabo).
Nos cuenta BIRMANICUM que fue testigo, mientras desayunaba de una charla informativa que el director general impartía a sus camareros y trabajadores del hotel (unos 20), les explicaba porqué esa noche harían un evento especial, que significaba PAPA NOEL y SANTA CLAUS y cómo lo celebraban los turistas occidentales, cuando se daban felicitaciones y regalos en calcetines y había renos, y los niños recibían juguetes y regalos, y se daban besos... A la vez que les pedía esmero en el servicio esa noche en especial por encima de todas. Pues había nada menos que 84 personas esa noche, !todo un récord!
Y a mitad de la cena SANTA CLAUS llegó en una barca, todos los clientes salieron del comedor al embarcadero a recibirle a oscuras y apareció: HO, HO, HO... (era un camarero disfrazado al respecto que no hablaba inglés, encima), botellas de champán se abrieron para todos (un auténtico lujo), PAPA NOEL hizo regalos mediante sorteo con las llaves de las habitaciones-palafito y luego unos bailarines vecinales del lago interpretaron danzas folklóricas del país, ataviados a la usanza cultural, y tambores, y al final se entregó unos bonitos cohetes a todos, y luego un auténtico castillo de fuegos artificiales, y besos y mucho MERRY CHRISTMAS ante la sorpresa y satisfacción de los turistas que allí habían. ASÍ ES ASIA. Colorido, Ruido y las mil y una mezclas, en todos los sentidos...
Pero no se habló de JESÚS. Y la Navidad por encima de todo es una fecha recordatoria del nacimiento de JESÚS. Pero sus enseñanzas, ni siquiera su nombre se manifestaron en la charla que el General manager impartía en el Lago Inle.
La NAVIDAD se limita en gran parte de este mundo a la parafernalia, al Markéting, a esa gran obra científica que ha inventado la humanidad que proporciona dinero, y el ganarlo se ha convertido en una prioridad. Y él mismo, el dinero, se ha convertido en un Dios adorado y reverenciado por todos, un nuevo ídolo, EL BECERRO DE ORO otra vez.
Los cristianos rememoramos de forma festiva el Nacimiento del Salvador, de Cristo. En todas sus formas, adventistas, baptistas, ortodoxos, etc..
Los árabes festejan el Nacimiento de unos de sus Principales Profetas.
Los judíos repelen esta fiesta.
Hinduístas, Budistas, Confuncionistas, Jainistas, Taoístas, Caodaístas y miles de religiones más la ignoran.
Sin embargo es al menos positivo el felicitarnos, el respetarnos, el admitir creencias, costumbres o tradiciones unos de otros...
Es la Navidad época de pensar en el mensaje de Jesús, que vino a salvarnos y se ofreció él mismo a su muerte redentoria por Amor. Y ésa sí es la palabra navideña. AMOR. Y Papá Noel, pues también ¿porqué no?, pero no sólo éso, sino con éso.
Y es en Navidad cuando se acentúa, cuando la forma manifiesta del amor familiar se potencia. Y está bien que al menos una vez al año nos deseemos cosas positivas, que sintamos la ilusión del azar, la sonrisa acompañe nuestras mejillas y que los seres piensen los unos en los otros...
VPB
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