VERTEDERO NO

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lunes, 22 de marzo de 2010

Y ya es PRIMAVERA....

En La Murada nos damos cuenta antes que el primer centro comercial español, que lo anuncia a bombo y platillo, pues nuestra privilegiada ubicación hace que miles de flores nos lo muestren.

Los agrillos tras las copiosas e incesantes lluvias dan un toque de color amarillo por doquier, casi semejante a las estepas surafricanas.

Las cada día más escasas amapolas van abriéndose camino desde su protectora envoltura con la exactitud cronológica habitual que la Naturaleza nos provee y su intenso color rojo se exhibe sin el mínimo pudor.

Los almendros se visten de color verde, aunque muchos empiezan ahora a despertar, tal vez despistados por las novedades climatológicas. Sus preciosas flores blancas y rosadas se nos ofrecen con esplendor.

Muchos ya tienen avanzada su metamorfosis que pasa por la aparente muerte, después la alegría del color de sus flores, el nacimiento de las hojas de un verde intenso que brillan queriendo participar de la fiesta del campo, sus pequeños brotes son dignos de ser envidiados. En verano sus frutos irán creciendo y serán recubiertos con dureza para proteger al apreciado trofeo metamórfico.

Los melocotoneros se suman a la particular alegría con sus flores rosadas. Escaleras con jornaleros los visitan en esta época, clareando su océano de color rosado. Es ésta una actividad necesaria para que los magníficos frutos dispongan de espacio cuando vayan recibiendo el calor estival. Los albaricoqueros también ponen su punto multicolor, al igual que adelfas, la alfalfa, etc...

Y el verde predomina como color de fondo en nuestro pequeño pueblo. Es un verde especial, intenso, bien proveído esta estación por las lluvias otoñales e invernales. Es un verde de un tono superior a otros años. La cosecha de cualquier producto promete ser excepcional.

Los árboles frutales rebosan vitalidad, la hierba compite en fortaleza y de estas muestras se aprovecha nuestra “pequeña gran fauna”, donde miles de insectos se reproducen por doquier. La comida no les faltará, al igual que a los cientos de variedades de pequeñas aves, reptiles y mamíferos con los que compartimos LA MURADA.

Los trinos de los pájaros, el croar de las ranas, los periódicos vuelos de las aves por las balsas, la llegada de las golondrinas, la despedida definitiva de los tordos, también nos anuncian la Primavera en un magnífico cartel natural que ninguna empresa publicitaria ha sido capaz de superar.
VPB

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