Hace unos días la revista italiana Rendiconti Lincei publicó el resultado de una investigación llevada a cabo por científicos españoles, italianos y rusos, donde se revelaron algunas nuevas regiones que podrían ser afectadas por terremotos de considerable magnitud.
La Cordillera Cantábrica, el extremo oeste de las Cordilleras Béticas y el norte de Valencia, que hasta hoy no han sufrido temblores de tierra importantes, se suman a las zonas de generación de terremotos de más de 5 puntos en la escala de Richter.
Para elaborar el estudio se realizó una zonificación morfoestructural: a partir de datos topográficos, geofísicos y geológicos, sumados a imágenes satelitales, es posible precisar con más exactitud los nodos, que corresponden a los sitios donde hay más probabilidades de generación de seísmos.
Sin embargo, la identificación de las potenciales zonas de terremotos sólo indica una mayor sensibilidad a sufrir este tipo de fenómenos, a diferencia de otros sitios con menos incidencia.
A partir de los estudios será posible lograr una mejor definición de las fuentes sismogénicas de la Península Ibérica, y esto constituye un importante avance en los estudios de riesgo sísmico en las regiones. De esta manera se podrán tomar medidas de mayor eficacia para evitar daños en las áreas urbanas, y principalmente en los lugares donde están ubicadas presas y centrales nucleares.
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