La ONU advierte de que el 50% de la humanidad vive en grandes urbes y pueblos
REDACCIÓN Una ciudad bien diseñada ayuda a mitigar problemas como el cambio climático, promueve el uso racional de la energía y la sostenibilidad del medio ambiente y por ello, como hace desde 1985, Naciones Unidas celebró hace unas fechas el Día Mundial del Hábitat, que en esta edición tuvo como lema "Mejor ciudad, mejor vida".
La ONU, en su resolución sobre este día, recuerda que media humanidad vive en pueblos y ciudades, y que según la previsión, en las próximas generaciones las ciudades elevarán su población en dos tercios. Por ello defiende un desarrollo de las ciudades en el que se aproveche el potencial de vida sostenible, se reduzcan las desigualdades y se proporcione un hogar y servicios básicos a personas de todas las edades, culturas y medios económicos.
Con motivo de esta jornada, el primer lunes de cada mes, la Fundación para la Salud Geoambiental (FSG) invitó a reflexionar sobre la calidad del entorno de las ciudades, sus habitantes y la supervivencia del planeta.
Así, pidió espacios libres de radiaciones, una nueva legislación acorde con los avances tecnológicos, precaución ante la instalación de "femtoceldas" en las casas, y apeló a la lógica para minimizar el impacto de las emisiones.
"Vivimos cada vez más rodeados de contaminación electromagnética por el avance de las nuevas tecnologías, y no nos damos cuenta porque las radiaciones son invisibles, no huelen, no se perciben por los sentidos", afirmó el vicepresidente de la fundación, Fernando Pérez, experto en salud medioambiental.
Aunque algunas tecnologías que emiten esas radiaciones aportan comodidad, pueden ser nocivas para la salud, indicó Pérez, que advierte de que, a menudo, se utilizan de forma irracional y sin conocer las consecuencias que pueden tener en el organismo.
Los responsables de la FSG reclamaron también una legislación adecuada al avance de las nuevas tecnologías, que proteja la salud de forma efectiva, ya que ahora "la normativa española permite unos límites de emisión electromagnética 4.000 veces superior a las recomendaciones internacionales".
No se trata de ser alarmistas, sino precavidos porque hay indicios de que las emisiones afectan al organismo, indicó Pérez.
http://www.diarioinformacion.com/dominical/2010/10/17/clima-ecologia-habitan-ciudad/1054915.html
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