Rubia ha sido una buena cierva.
Su corta vida la empleó en hacer las cosas propias de los ciervos conviviendo en una irregular manada compuesta de hermanos, tías, primos y su omnipresente madre.
De jovenzuela aprendía qué matojos se pueden comer, qué hierbas y dónde encontrarlas, qué charcas son más limpias, cuáles más inseguras, las que no se secan nunca, también disfrutaba en invierno rascando la nieve, como en un juego colectivo, para encontrar los brotes verdes sepultados.
Y todo lo relacionado con su condición indefensa de ser la víctima de diversos predadores naturales. En qué vallejos se podía pasar la noche y dormir de forma segura, etc..
Le gustaba jugar saltando sobre las bandadas de buitres cuando estos se encontraban en el frenesí de la comida del cadáver de turno, espantándolos; le gustaba verles con las alas enormes bien abiertas saltando, casi bailando, esquivando sus infantiles acometidas.
Y Rubia fue creciendo.
Y se convirtió en una joven cierva guapa, candidata a tener prole en un futuro inmediato...
Un amanecer junto a las riberas del riachuelo la manada abrevaba cuando un joven gamo muy elegante, con traje y corbata, les ofrecía unos nuevos créditos hipotecarios del Banco de Ciervos Burgalés de Crédito, para comprar unos económicos sotobosques adosados, pagaderos en muy cómodos plazos mensuales... Y el gamo se fijó en la joven cierva, pero Rubia veía cierta picaresca maligna en la actitud superficial del comercial banquero..
Hace unos meses unos hombres trajeron a un macho de Cazorla precioso, con su lomo marrón oscuro casi negro, con su esbelta cornamenta bien limpia, con un porte similar al de su desaparecido y amado padre a manos de los mismos hombres...
Hablaban de palabras difíciles, ENDOGENIA, decían que para mejorar las especies era necesario mezclar genes de múltiples lugares, como fortalecimiento de la propia especie.. cosas muy raras...
Pero el de Cazorla era guapo, casi divino.
Y Rubia cayó prendada de él.
Intentaba siempre coincidir con el de Cazorla por las mañanas en las charcas y a la puesta de sol, buscando refugio para la noche, estaba perdidamente enamorada del magnífico porte del astado.
Esta semana de Plenilunio ha estado escuchando cada noche el ruido de las embestidas de los machos que se disputan el privilegio de cubrir a las ciervas en edad de merecer. El sonido de las astas chocando, la berrea, los mugidos y resoplidos de los gigantes que luchaban a muerte en la lejanía...
Y cómo berreaba el de Cazorla... Casi como los mismos Renos de Papá Nöel...
Ayer mismo Rubia estuvo todo el día frotando su cuerpo contras los troncos de las encinas y robles del bosque bajo de las Mamblas. Quería mantener su pelaje lustroso, brillante, sin parásitos... También fue a la charca a limpiar sus pezuñas para que no tuvieran restos de tierra ni barro; y salió al encuentro del de Cazorla.
Ël ufanamente se paseaba altivo por los rocas prominentes de la suave colina haciéndose ver. Y al trotar junto a ella pasó delante suyo sin prestarle siquiera una mirada de cortesía. Y Rubia se quería morir. Despechada.
El de Cazorla parecía mostrar mucho interés olfateando profundamente a su madre, a sus tías y a alguna de su jóvenes primas... Y se quería morir.
Decidió acercarse tan guapa al Bar Doña Urraca de la Plaza Mayor.. Subió sus pezuñas sobre la barra y le dijo al camarero.. Un Wisky... Otro... Hasta 5.. ¿Qué le debo?.. Serán treinta euros... Mientras le devuelve el cambio le dice a Rubia: Perdone pero en veinte años que llevo en el bar es la primera vez que he visto a un ciervo tomarse un Wisky... Ya, y va a ser la última caballero porque a estos precios no pienso volver... Y corrió los otros tres bares del pueblo de igual manera...
Toda la madrugada iba deambulando de acá a allá entre lágrimas, penando la ilusión frustrada...
Decidió ver a su hermana mayor que le gustaba estar a la salida del sol en la charca del vallejo y todavía zigzagueante allí se dirigió.... Y la circunstancia que aconteció acabó de corroerla por dentro, como un mortífero ácido que licua los órganos vitales...
El de Cazorla frotaba amorosamente su lomo al de su hermana mayor.. El sonido que produjo la explosión del corazón de Rubia, por dolor, se escuchó hasta en Santo Domingo de Silos.
Y un pensamiento letal se ha adueñado de su mente. Resacosa, contrariada, confusa deambulaba sin rumbo entre los matorrales.. Pensó en el Tren, pero galopar hasta la estación de Burgos era mucho trecho.. Y el sonido de un precioso autocar de Autocares Mellizo y Viajes Servimur cargado de murcianos/as visitantes a Covarrubias, descendía el Puerto del Tabladillo... Se ha acercado... Ha dado un vigoroso salto que la ha llevado al mismo morro del bus y PUM... Le ha dado Fin a su vida.
Una bandada de unos veinte buitres sobrevuela en círculo, planeando lentamente por espacio de tres horas, intentando comprobar el mínimo movimiento en el cuerpo inerte de la cierva tumbada en el arcén de la poco transitada carretera.. Todos los buitres reconocían a la traviesa cervatilla...
Que San Francisco y Félix Rodríguez de la Fuente la tengan en su seno...
VICENTE PÉREZ BASANTA
2 comentarios:
Trágico fin el de la cierva Rubia. A veces todos quisieramos ponernos delante de un bus o saltar de un puente......... pero somos racionales y sabemos que la vida nos depara muchas cosas, unas buenas otras malas,...... lo importante es saber porqué ocurren y cúal es la trayectoria que han llevado. Lo importante es el recuerdo que dejan.....
CB
LA FOTO SE HIZO ESTE SÁBADO 23 OCTUBRE POR VPB ENTRANDO A COVARRUBIAS - BURGOS
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