PEREJE – TRABADELO – LA PORTELA – AMBAS MESTAS – VEGA DE VALCARCE – HERRERIA – RUITELAN – LA FABA – LA LAGUNA - O CEBREIRO – TRIACASTELA.
Por fin un buen madrugón a propósito y no a causa de los compañeros de albergue.
Son las 5.00 am y desayuno bien en el bar que ya está abierto. La etapa de hoy me introducirá en Galicia.
Comienzo a tener prisa al ver que el objetivo de llegar a SANTIAGO ha pasado de ser un sueño a ser una meta al alcance de mi mano, de mis pies quiero decir. Quiero llegar a la comunión del sobrino que es el domingo 5/5.
Camino aprisa por el desfiladero del río Valcarce, cuyos pequeños pueblos proliferan en su fértil vega. El camino se confunde con la antigua carretera N VI por la que transitamos peregrinos y tráfico pesado hasta el final de obras de la apertura de la autovía en su tramo de Piedrafita que conectará hasta LUGO.
En Vega de Valcarce compro una típica empanada (patatas, cebolla, bacon y jamón) recién hecha y el que será mi bastón de peregrino, una dura rama de avellano. Como adelanté bastante aprovecho para cortarme el pelo en la barbería. Continúo a Ruitelán, donde me detengo a coser la cada vez más hecha polvo mochila, cuyo brazo anduve apañando de aquella manera hasta ahora, pero que no resistirá la fuerte subida hasta O CEBREIRO, fin de puerto y de etapa a 1500 mts sobre el mar.
Atravieso Ambas mestas y Ferrería como aquí se pronuncia por el uso del galego, aunque estamos todavía en tierras leonesas del Bierzo. Una pronunciada subida me lleva a LA FABA , siempre acompañando al río Valcarce, cuyas riberas producen patatas, lechugas, cebollas, berzas, ajos, cebollinos, etc... Hay muchos prados en los que pasta el ganado. Prosigue otra pronunciada subida hasta LA LAGUNA, último pueblo leonés, donde pocas familias que la habitan viven del ganado. Una generosa fuente natural nos alivia del calor a mí y a unas 25 vacas que ignorándome abrevan a mi vera. Estoy literalmente rendido.
2 kms más de subida sin civilización me harán acabar en O CEBREIRO, en tierras gallegas , !GALICIA AL FIN! Es un antiguo pueblo construido sobre un Castro Celta, donde como en la Hospedería del final del puerto subido un rico menú por 8 euros.
Decido continuar unos 10 ó 15 kms más. Pero una animada conversación con los peregrinos que como un rosario van llegando me detiene. Vuelvo a saludar a MARTIN, al juez brasileño EDGAR, a INGRID, con los que comparto unos licores de café. Ellos se quedan en el Albergue aquí.
Continúo por la cima de Piedrafita con las más bonitas panorámicas de todo el camino y sobre los valles de las tierras gallegas de Lugo.
Tras unos 8 kms tropiezo con un taxista con el que adelanto 5 kms hasta TRIACASTELA. Son las 21.30 y el albergue está lleno. Me ofrecen “suelo”.
Una amable trabajadora del taller artesano se ofrece a coserme en condiciones la mochila y me proporciona la información necesaria para un forastero peregrino, el ir al otro albergue (también lleno) o a la Fonda O Novo, donde deposito mis huesos en una inmensa habitación. Frugal cena y Tv en la habitación. Lavada de calzoncillos, calcetines y demás pestilencias y a dormir como el Conde de Villaramiro.
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