VERTEDERO NO

VERTEDERO NO

domingo, 7 de noviembre de 2010

El Agudo, centinela de las sombras

La Murada.
Se yergue con arrogancia en el lejano confín de la comarca. Solitario frente a la extensa llanura de la Vega. Entre La Murada y Barbarroja. El pico del Agudo es toda una osadía del paisaje. Con sus 725 metros de altura marca el horizonte de Poniente incluso desde el mar. A sus pies convergen algunos senderos que ofrece altivo a caminantes y excursionistas.

D. P.

Son senderos para esos viajeros de un día que buscan la belleza natural de paisajes poco conocidos. Como el de la Colada del Camino del Agudo, al que se llega dejando atrás Barbarroja, pedanía tan alejada de Orihuela que nadie diría que lo es. Ni un caserío habitado. Solo hay ruinas que van con el paisaje. Solo hacen falta los pies y la mirada para fijar la senda y el horizonte.
Por el camino pedregoso acompañan los secanos de olivo y almendro. Y algún algarrobo cuajado de lágrimas, negras ya de tanto sol aunque estamos en otoño. Por todas partes, el esparto, que levanta sus varales con elegancia de entre la espesa maraña de hojas que resguardan el suelo de la erosión. Y los pinos, que extienden su manto de terciopelo cubriendo la espalda del Agudo al abrigo de la umbría formando un pinar frondoso donde se enredan las nubes si el día no está muy claro.

Nada que no sea bosque mediterráneo, pero tan excepcional en la zona que no deja de parecer un hallazgo al caminante.
La subida ha de ser lenta para poder desviarse del sendero y encontrar esos vacíos que enseñan paisajes sin fin, esos balcones inesperados donde te asomas al precipicio y te encuentras con el viento que pasa en un susurro con sus prisas.
En otra de las rutas posibles también espera el Agudo por la antigua senda que comunicaba Lo Rubira con las casas de Barbarroja. Vigila las sombras que proyectan las nubes sobre los campos de La Murada y toda la Vega Baja en la lejanía. Es símbolo y guía para los muradeños. El cerro les da razón para su orgullo de pueblo y ellos lo hacen emblema de identidad.

Rutas
La tierra por esta parte se vuelve más árida y polvorienta, los ocres más apagados y dominan los tonos grises. Empezando la marcha desde las casas de Lo Rubira destaca el verde vivo de las parcelas de cítricos. Se ven incluso allá bajo, en el barranco de la Rambla Salá, ganándole tierra al cauce salino y blanco a fuerza de pala excavadora.

Llega un momento en que el sendero, hecho campo a través por uno mismo, desaparece. Es entonces cuando encuentras la pared escarpada del gran cerro frente a frente. Si te gusta la escalada, la tienes, porque ahí no hay más camino que agarrarse a esa piedra que impone su ley vertical al llano. Que abrazarse a ella con fuerza, como se abraza a la propia madre. Y llegado a lo más alto, a los 725 metros, uno se adueña al fin del aire. Y en toda su extensión se divisan los dominios del espolón del Agudo. Tan vastos que la mirada alcanza el mar, lejos de la aridez de este paisaje aparentemente inhóspito que esconde secretos por descubrir.

http://www.diarioinformacion.com/vega-baja/2010/10/14/agudo-centinela-sombras/1053921.html

2 comentarios:

NOTICIERO MURADEÑO dijo...

Fantástico artículo de nuestro periodista favorito DAVID PAMIES de INFORMACIÓN.

Gracias por demostrarnos tu sensibilidad narrativa. Por querer un poco a nuestro pueblo ensalzando nuestro Patrimonio Natural.

Reuerdo a todos que el único diario provincial que escribió algo sobre las Fiestas Patronales de LA MURADA fue Información y que el único que se acuerda de nosotros además de noticias como olores y corruptelas es D. Pamies

Gracias amigo

NOTICIERO MURADEÑO dijo...

Más fotos del autor:
http://www.flickr.com/photos/53147850@N08/

y más fotos:
http://www.flickr.com/photos/vincenzo64/