TIERRA 21 ABRIL/2009
Madre estelar, vivienda errante, belleza infinita, agradecimiento eterno…
Miles de cataclismos en su antiquísima historia, no han podido doblegar el carácter maternal y protector que la tierra, (ese planeta en la actualidad “azul”), ejerce sobre sus criaturas…
A veces grandes catástrofes se desencadenan, acariciando siquiera su piel, causando el mayor desconsuelo y temor entre sus habitantes, pero todo vuelve a su cauce, en breve.
En la actualidad terribles predicciones asustan, aprovechando el meticulismo científico alcanzado, a los minúsculos habitantes cuya vida en este período ha coincidido. Y probablemente con razón, pero ¿qué hacer? desde ya, seguir al menos los pequeños pasos que una persona responsable pueda entender como no contaminar, apoyar y seguir los consejos y las medidas de asociaciones ecologistas, sugiriendo medidas a gobiernos, e intentando ayudar aunque sea en espíritu.
Pero ella se ríe. Miles de veces estuvo en peligro, algunas de ellas fueron extremas.
El planeta era rojo entonces como marte. Durante otro gran período fue completamente blanco, debido al hielo; en otras etapas de tiempo anillos gaseosos ocasionaban una niebla magmática, similar en aspecto a saturno, e impedían casi su visión…
Y se ríe. Siempre fue victoriosa. Su atmósfera casi siempre salió engrandecida y reforzada. Sobre todo desde que las moléculas de hidrógeno camparon por sus fueros y encontraron la milagrosa asociación con las de oxígeno, creando mares en el cielo, sostenidos por la atmósfera, que los devolvía a la corteza terrestre como lluvia, y luego los absorbía de nuevo por el calor, casi como un yo-yó y como sigue haciendo hoy día, en menor medida, claro.
Su creatividad es inmensa: ha creado mares y océanos después de asistir como invitada a una boda; durante algún resfriado, montañas y cordilleras; con alguna luxación, unos temblores devastadores; cuando prueba la fabada, nada menos que causa alguna erupción volcánica y cuando prueba las bebidas gaseosas (ESTA PUBLICIDAD VA A ENGATUSAR A LA MISMA MADRE TIERRA)magníficos tsunamis asolan alguna costa de sus pequeños lagos privados.
Tierra, tierra. La comprensión de tu magnitud es únicamente comparable a la del hacedor. El disfrutar de la decoración que has creado lleva a amarte, profundamente.
La contemplación de glaciares, volcanes, cordilleras, bahías, desiertos, bosques, océanos, islas, ríos y mares, lleva a detenerse en observar la meticulosidad, con que cada entorno ha sido creado.
La belleza inherente que drásticos cambios naturales ha causado, para el goce y disfrute de los supervivientes, para la evolución imparable que ha desencadenado.
Eres un culito inquietoTierra. No puedes parar, ni siquiera de girar sobre ti misma, (mejor marearse uno que no ser mareado).
La observación de las criaturas que la madre tierra permite vivir sobre ella, es la felicidad eterna. El ser parte de ellas, al igual.
El sobrecogimiento que el cuerpo experimenta en la visión de los grandes espectáculos naturales, un privilegio que mi profesión me ha brindado y que me gustaría compartir.
Imaginemos al imponente águila que goza de un espectáculo sin igual desde los cielos, que elige su menú en cada momento; al pingüino emperador en la antártida que espera durante meses a la hembra que le sustituirá con el huevo que transporta sobre sus patas, girando en una surrealista espiral caleidoscópica, en busca del mínimo calor que el centro de su colonia le proporciona; el oso polar que busca esos enormes bloques de hielo, que hace bien poco existían, y sobre los que le era fácil alimentarse, pero que hoy debe seguir practicando su natación porque han casi desaparecido; el colibrí alegre con su singular gracejo, es un trabajador infatigable, succionando néctar de miles de flores, con su minúsculo cuerpo; ese cachalote, que mima a su retoño previamente a su diaria inmersión en las profundidades abisales, en lugares que el mismo hombre no ha sido capaz, mínimamente de explorar (es surrealista el saber que el hombre y sus ingenios son turistas espaciales, y sin embargo no han creado naves para poder descubrir los misterios que las profundidades de los océanos son capaces de revelar)( pero seguimos a ritmo acelerado en la carrera espacial -me conforta pensar que se establezcan estructuras confortables en la atmósfera terrestre u otras, para fines científicos, además de para serviles contratos televisivos y de empresas de telecomunicación-); el lemur transportando en su lomo a sus retoños, juguetones y anillados, despreocupados del calentamiento global, pero sufriendo sus consecuencias, como todos; la araña paciente, que siente la tensión producida en sus entrelazados hilos, que transmiten el éxito de su paciencia y anuncian la hora del alimento; ese perro fiel, que antiguamente incluía a su actual amo en parte de su menú o alimento.
Estamos en un claro período de cambio climático, en el cual, los fenómenos a los que estamos acostumbrados aumentarán en número, cambiarán la estación o mes que frecuentaban por momentos caprichosos e inesperados.
Sorpresas tenemos cada día en esta tierra. Aparecen especies animales desconocidas, otras que se renuevan, no sin antes una triste y anunciada agonía y extinción, como ese “ solitario jorge”, la última tortuga gigante de tierra que habita en la PINTA, una de las islas Galápagos , y cuya especie muere con él; a la vez , en el mismo lugar, en su costa, una nueva especia de iguana empieza a imperar, híbrido entre las marinas y las terrestres, esta nueva iguana toma de sus razas progenitoras lo mejor, dando dinámica a la vida, a la evolución, alguien o algo muere, y alguien o algo nace. La vida se regenera.
La tierra se ríe y nosotros lloramos, por nuestros pecados, con las emisiones de co2, presuntamente causadas por el hombre, con la combustión total y absoluta de uno de los órganos líquidos internos que el cuerpo de la madre tierra poseía, y que al no saber su funcionamiento, una grave enfermedad parece que hemos causado; y ahora vamos a por el gas, y los fosfatos, y gracias a dios, también por las mareas, el aire y el sol. Y nuestros hermanos y primos, animales y vegetales, no han causado ni una millónesima parte de perjuicio en ese proceso , al menos de forma voluntaria..
Algún malintencionado puede hacer números por los pedos expulsados por millones de reses de todo tipo al aire...Cuando la verdadera amenaza puede proceder más bien del mar; en las que emisiones de hidrógeno sigan prosperando, haciendo prosperar el desarrollo de miles de millones de bacterias que producen co2 y causando de forma natural el aumento de la temperatura al llegar al escudo de atmósfera que está siendo degradado.
Es un amenaza, viva, pero amenaza al fin y al cabo por ahora. Como la de sufrir una colisión con algún asteroide, o como la hipotética explosión de alguno de nuestros planetas, vecinos de galaxia, que produjeran apocalípticas consecuencias en sus vecinos.
La tierra se ríe, y eso me proporciona mucha esperanza…
EN EL DÍA MUNDIAL DE LA TIERRA.
VICENTE PÉREZ BASANTA
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