Mañanas domingueras de Naturaleza..

De excursión por la “Rambla Salá”
El pasado domingo unos amigos fuimos a pasearnos por la Rambla “Salá”. Iniciamos nuestra caminata desde el puente-acueducto del trasvase, en el linde con Albatera.
Decenas de conejos corrían al oìr nuestros pasos de lado a lado de la Rambla. Pequeñas bandadas de perdices revoloteaban y se camuflaban en las laderas del cañón. Palomas torcaces a su vez nos sobrevolaban, al igual que los cuervos o grajos, que curiosos sobrevuelan la Rambla en busca de cadáveres de conejos. Las tórtolas también son vecinos habituales, además de mochuelos, gavilanes, cernícalos y una pareja de milanos que anidaban en un saliente de las paredes del cañón natural. Garzas y gaviotas volaban la zona en su camino para alimentarse en el vertedero. Jilgueros y abubillas, pajaritas de las nieves, gafarrones y un sinfín de pequeña faunilla nos observaba…
Huertos obstaculizaban nuestro firme paso acompañando al regato del agua salada. Era necesario subir sus márgenes y caminar entre jóvenes limoneros que recientemente han sido plantados, para volver al camino natural de desagüe de avenidas hídricas.
El agua de la Rambla es salada por demás, y llegando a Las ventanas, fósiles que dan prueba del pasado marino de la zona, aparecen incrustados en las rocas. Enormes piedras de color negro muestran la fuerza del agua al ser trasladadas desde la cantera negra. Escalamos la zona de las pozas, donde el ruido de pequeñas cataratas era nuestra compañía y nos adentramos en la zona más bonita. La parte norte de difícil acceso que llega a la cola blanca de caballo que se ha creado al acumularse la sal en la piedra de un manantial natural, que engaña al caminante como si fuera el nacimiento, y no es así.
Otras personas de Orihuela y Albatera nos cruzamos en nuestra excursión. El monte, la Naturaleza se te muestra en su más amplia expresión en la Rambla Salada. Y los fines de semana es visitada de manera regular por dispares visitantes y excursionistas.
Romero, jedrea, tomillo, esparto, aliagas, baladres y todo tipo de plantas aromáticas
eran a su vez nuestros mudos observadores.
El regreso lo hicimos siguiendo la senda sobre los acueductos marcada por el Grupo Montañero Albaterano, que incluso estaban saneando con mortero algunas canalizaciones. BIEN POR EL GRUPO MONTAÑERO DE ALBATERA. Invitamos a todos a hacer ejercicio mientras tu cuerpo y alma disfrutan de esta hemorragia de placer en un lugar que debe permanecer los más virgen posible para uso y disfrute de todos.

Unos muradeños