Teresa es un nombre propio de origen griego que significa La cazadora divina o bien Aquella que es experta en la caza. También se vincula este nombre a una variante de "Ceres" diosa griega de la fecundidad de la tierra, las plantas y la agricultura por extensión.
Y con este nombre encontramos a grandes mujeres en la Historia, la madre del primer rey portugués, la emperatriz de Austria, la santa francesa de Lisieux, la mística española de Ávila y una humilde albanesa que dio su vida por los demás, hasta su muerte; una persona grande entre los grandes, un alma que supera la eternidad, una humanidad plena de bondad y una vida sacrificada a los necesitados y a la caridad. Y ese fue su lema y el nombre de la compañía que creó “Las Hermanas de la Caridad”. Hablamos de LA MADRE TERESA DE CALCUTA. Nacida como AGNES en un principio, adoptó el nombre de TERESA en honor a SANTA TERESITA DEL NIÑO JESÚS, la santa francesa de Lisieux patrona de su primera Orden Misionera.
Se trasladó a Irlanda para aprender inglés y desde allí a la gran colonia británica en ASIA, a INDIA, ese país subcontinente aferrado al pasado y explotado por Inglaterra durante siglos. Una vez que viajó a ese país lo convirtió en su hogar y en su misión principal en la vida. A él le consagró más de 40 años de esfuerzos y ayuda a los más necesitados, a los parias, a los leprosos, a los pobres de solemnidad...
Su labor no quedó escondida y llegó a despertar las conciencias occidentales del bienestar, recibiendo ayudas para la fundación de hospitales y casas de caridad que hoy vemos en más de 140 países. La congregación que fundó Teresa de Calculta son las Misioneras de la Caridad. Llegó a recibir el PREMIO NÓBEL DE LA PAZ. Fue una amiga personal del Papa Juan Pablo II y su memoria es bendecida por todas las religiones.
Hoy se cumplen cien años desde que naciera a principios del Siglo XX en la humilde Albania. Pequeño país en las riberas del Mar Adriático, fronterizo con Grecia, Serbia, Montenegro y Macedonia, frente a las costas de Italia.(Hoy su ciudad natal, Skopjie pertenece a la República de Macedonia y es su capital)
"Desde que era muy joven sentía esa vocecilla interna que me decía `tienes que hacer algo`, `no puedes quedarte con los brazos cruzados`, `si tú no lo haces, nadie lo hará`, y esa voz me ha acompañado el resto de mi vida y es la que me ha llevado a estar trabajando hasta el final de mis días. Pero, no, nunca pensé en la jubilación como ustedes lo entienden, sería más un retiro en mi lenguaje, pero esa voz no paraba y me hacía seguir."
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