12.03.11 - 01:38 LA CHISPA JOSÉ LUIS SATORRE Y VÍCTOR FERRER
Cierto día Belleza y Fealdad se encontraron a orillas del mar. Y se dijeron «bañémonos juntas». Se desvistieron, caminaron hacia las aguas y nadaron. Más tarde, Fealdad regresó a la playa, se vistió con las ropas de la Belleza y partió. Belleza también salió del mar, pero al no hallar sus vestiduras, como era demasiado tímida para quedarse desnuda, se vistió con las ropas de Fealdad. Y Belleza también siguió su camino. Y hasta el día de hoy, hombres y mujeres confunden a la una con la otra. Sin embargo, hay quienes contemplan el rostro de Belleza y saben que no lleva sus vestiduras. Y otros que conocen el rostro de Fealdad y sus ropas no la ocultan a sus ojos. (Gilbran Khalil)
Todos sabemos que llegó la Cuaresma y es tiempo de revisión, planificación, de ver cómo estamos, cómo nos encontramos y a partir de ahí, empezar una andadura. Qué ropas llevamos, bellas o feas y ¿nos corresponden? ¿Puede ser que llevemos las ropas cambiadas, nosotros también? «No mires hacia atrás. El ayer no existe. No mires al futuro. El futuro no existe ahora. Vive tu vida ahora. Párate. Este momento es único. Sólo existe el ahora. Vive consciente ahora. Consciente de mi cuerpo, de mi mente, de mi corazón, de mi respiración» (Manuel J. Fernández).
Es la Cuaresma de hoy, y para ello ahí van unas pistas cuaresmales. Sé bueno contigo. Acéptate tal como eres y esfuérzate por ser todo lo que puedas llegar a ser. Acepta también al otro tal como es. Perdónate y sé tu propio Cirineo. Desecha todo complejo de culpabilidad. Perdónate y estarás capacitado para perdonar al otro. Dios es el primero en perdonarte. Valórate: puede que a fuerza de querer ser humilde, termines siendo injusto. No eres pura incapacidad. Repasa bien todos los dones que Dios te ha dado. No son para ti, pero te han sido dados. Si tienes fe en ti mismo, tus capacidades se multiplicarán. No te compares. El comparativo es fuente de inquietudes y tristezas, originan envidias y complejos. El día que renunciemos al comparativo, encontraremos la paz. Piensa que eres irrepetible. Has de ser todo lo que estás llamado a ser, pero nunca más o menos que el otro. Ámate: Ámate respetuosa y exigentemente; ámate comprensiva y compasivamente, como Dios te ama. Eso no es pecado, sino virtud. El pecado es no amar. Si te ejercitas en estas claves, tendrás claro lo de ayunos y abstinencias, como Dios manda.
http://www.laverdad.es/alicante/v/20110312/orihuela/como-dios-manda-20110312.html#opina
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