VERTEDERO NO

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lunes, 24 de enero de 2011

CAMINO DE SANTIAGO - La llegada a la meta...

3/5 MELIDE – ARCA DO REI – SANTIAGO DE COMPOSTELA


Quiero hacer desde aquí una llamada de atención a esa gente irrespetuosa que antes de caminar no cesan de hacer ruido con cremalleras, bolsas de plástico, etc.. Éso se hace fuera del dormitorio. Porque no es toque de diana para las 50 personas que intentamos dormir por culpa de 2 ó 3 que deciden salir muy temprano. Luces, ruidos, conversaciones, EGOÍSMO SUPINO. Cuando hagas el CAMINO DE SANTIAGO y estés en el Albergue respeta a tus compañeros en su descanso merecido, organiza tu mochila fuera del dormitorio.

Tras un irregular despertar me dirijo hacia la parada del bus que me acerca a ARCA, donde sólo 20 kms. me separan del abrazo final al apóstol en esta aventura. Desayuno en un bar junto a unos 100 chavales que hacen esta última etapa del Camino como una actividad de Educación Física de su centro escolar. Siento muchas molestias, pero puedo avanzar con pasos cortos pero ininterrumpidos. Me arrepiento grandemente de no haberme despedido una vez más de Ingrid y sus amigos... Con mi bastón les marco en la arena-grava del camino un ADIÓS personalizado. Seguro lo leerán mientras lo pisan al llegar al lugar. ISIDRO y PILAR goodbye, KARI au revoir, INGRID, hasta la vista. Me siento bien al hacerlo y continúo a Compostela.

En estos últimos kms rodeado de bosques de eucaliptos voy haciendo a cada paso un repaso fotográfico en mi mente de todo lo visto en Galicia: Vacas, ovejas, prados, robles, castaños, pequeñas lluvias, los repechos que asemejan ser paredes y las bajadas pronunciadas, los Monjes benedictinos de Samos y sus pasteles, bizcochos y hojaldres . Una explosión de sentimientos envuelve mi cuerpo y las lágrimas brotan de mis ojos, sin consuelo.

Es una sensación de júbilo mayúsculo, a la par que de una tristeza extrema. Recuerdos de Logroño se mezclan con imágenes de León, se confunden con otras de Burgos y Palencia mezclados con verdes parajes de cielos grises. Grandes huecos entre las níveas nubes muestran un azul celeste relajante y bonito.

No consigo llevar un compás al andar, voy como derrengado y feliz por esta impresionante experiencia que me embarga y por el próximo encuentro con mi gente. Se me alegra el corazón.

Ansío ver a todos y abrazar a mis hijas María y Amelia.

La proximidad de Santiago hace que retorne la tristeza y me hace enlentecer el ritmo para gozar de cada uno de los últimos pasos que me acercan a la ciudad. Subo el Monte Do Gozo y siento en cada molécula de mi dolorido cuerpo el Gozo del que recibe el nombre el Monte. De pronto las torres de la Catedral se asoman desde el horizonte como pequeñas plantas de piedra que crecen y van mostrándose en plenitud a cada paso. Pienso en la distancia recorrida.. Tal vez 500 ó 600 kms para llegar donde estoy.. Son tantas las vivencias y recuerdos que mi mente es un auténtico torbellino.

No quiero llegar.
Quiero echar a correr para llegar antes.

Se va acabando la visión de los últimos pasteles que las vacas gallegas elaboran minuciosamente,. Las vacas las expulsan donde sea para beneplácito de los caminantes peregrinos que las pisamos sin querer. Lejos quedan las cagarrutas de los enormes rebaños por tierras castellanas, que inundaban el camino las más de las ocasiones.

Se adivina la ciudad. Fue construida sobre un gran valle rodeada de suaves montes como el que atravieso. Mi andarina soledad la voy trasladando a las cercanías de la ciudad universitaria, que deja oír su bullicio. Una graciosa bienvenida me destina la Plaza del Obradoiro.

Me adentro en SANTIAGO DE COMPOSTELA, la ciudad de edificios y calles de piedra enmohecida por la pertinaz lluvia del entorno galaico. Cada edificio que veo exuda historia por sus muros. Cada metro que recorro me habla de árabes, de celtas, de caballeros templarios, de reinos castellanos, de la Iglesia Católica, de la Inquisición, de la barca que trajo los restos del Apóstol que se encuentran enterrados en la cripta bajo la imponente catedral compostelana; de monjes, de arquitectos, de reyes y princesas, de nobleza medieval, de reuniones vitales para ESPAÑA.

Y cuando cruzas la última esquina de la calle y accedes al espacio diáfano que conforma la Plaza del Obradoiro con su Catedral, el Ayuntamiento, el Palacio Gelmírez y el Hostal de los Reyes Católicos el cuerpo parece elevarse.. La satisfacción máxima. La recompensa al esfuerzo. La pérdida de los miedos. La alegría suprema. La belleza del lugar sobrecoge y echo mi mochila a tierra para sentarme y poder disfrutar de cada detalle decorativo de todos los edificios. Me quedo por una hora extasiado y decido recoger mi certificado de peregrino, mi COMPOSTELAE en la Oficina del Peregrino que se encuentra en la Rúa del Villar Nº 1. Acredito mi estancia en los lugares que recorrí con mi Carnet del Peregrino sellado en cada uno de los Albergues y Monumentos que visité. Tengo la Compostela en mi mano. Mi cara es una sonrisa con orejas y nariz.

No quiero entrar a la Catedral. Voy sucio y hay mucha gente. Y necesito hablar a solas, en silencio con el Apóstol y dialogar sobre mis experiencias, los desfallecimientos, los milagros, la espiritualidad con Nuno el gitano, del amor puro con Ingrid, de JESÚS.

Decido darme todos los lujos posibles. Duermo en un buen hotel de 4*, ceno en una marisquería de la Calle del Franco y visito la ciudad iluminada. Estoy radiante. Feliz. Satisfecho. Consulto horarios de trenes para el día siguiente.

Duermo en SANTIAGO DE COMPOSTELA. Al amanecer como ya es tradición en mis últimas semanas, me levanto. Me dirijo con devoción a la Catedral. Huele a incienso. Abrazo al Apóstol y asisto a la primera Misa. Me deleito paseando con tranquilidad por el Templo, visitando la Cripta y el maravilloso Pórtico de la Gloria del Maestro Mateo. Le doy el coscorrón a su busto y apoyo mis cinco dedos en el hueco formado por los millones de manos de peregrinos que han descansado en ese pilar de la entrada. NO PUEDO CREER que esté aquí. No confiaba en estar capacitado, pero aquí estoy henchido de felicidad. He heco el CAMINO DE SANTIAGO y hoy es uno de mis mayores tesoros...

Un abrazo a todos los peregrinos


VICENTE PÉREZ BASANTA



PARA VER VIDEOS DEL CAMINO...
http://www.elcaminoasantiago.com/Videos/VideosdelCaminodeSantiago.htm

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